lunes, 15 de junio de 2009

Exposición fotográfica
“El sonido del sueño: Viajes en espiral”
Descargar testimonios (parte 1)
Descargar testimonios (parte 2)
"Pararon mis pasos
ataron mis manos a la espalda
sellaron mi boca
Pero un sueño
sigue sonando en mi cabeza
como el rumor del mar
dentro de una caracola"
Fundación Euroárabe de Altos Estudios, C/ San Jerónimo 27, Granada
Del 3 al 17 de junio, de 8:00 a 21:00 horas
La exposición fotográfica “El sonido del sueño: Viajes en espiral” fue elaborada por una delegación de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) en la misión realizada en Malí en los meses de octubre – noviembre de 2008. La misma trata de mostrar las consecuencias de las restrictivas políticas migratorias euro-africanas sobre las personas migrantes.Consta de 12 retratos, con un formato de 100X60, acompañado de testimonios que narran las situaciones adversas que han vivido en su proyecto migratorio.
Los testimonios no van acorde con la persona retratada pues siempre hemos intentado mantener a salvo su privacidad. Estos muestran una parte de la situaciones que han tenido que vivir durante su proyecto migratorio, además se incluye un mapa en el que se comprueba la “espiral” que supone comenzar un proceso migratorio. Están traducidos tanto en castellano como en francés.
La inauguración de la exposición, junto con la presentación del informe "Otra frontera sin derechos: Mali-Mauritania. Corresponsabilidad de España en las repatriaciones en cascada de Europa a África" tiene lugar el 3 de junio de 2009, a las 12 horas, en la sede de la Fundación Euroárabe de Altos Estudios, C/ San Jerónimo 27, Granada.
Sinopsis de la exposición:
Durante la misión se hizo un análisis de las consecuencias de las políticas migratorias euro-africanas en Malí, país de confluencia de migraciones en la sub-región. Estas políticas, cada vez más restrictivas, tienen un impacto considerable sobre los derechos humanos de las personas migrantes, sistemáticamente vulnerados tanto durante el tránsito como tras su expulsión, favoreciendo así la mercantilización de las rutas clandestinas, cada vez más largas y peligrosas. La diferencia de oportunidades económicas, las duras condiciones de vida, la tradición cultural y la visión idealizada de Europa que existe en el continente africano, llevan a muchas personas a intentar la “aventura”. Comienza un viaje en espiral para alcanzar lo que debiera ser un derecho reconocido.Muchas de las personas que emprenden este proyecto son expulsados de Francia y España, o rechazados en fronteras africanas. Han padecido detenciones prolongadas y arbitrarias, tratos inhumanos y degradantes, repatriaciones en condiciones infrahumanas próximas a la tortura, y el ostracismo social una vez retornados a su país de origen.Tras el fracaso de su proyecto migratorio, de vuelta con las manos vacías y el corazón pesado, se encuentran en una situación aún más difícil. Lo han perdido todo: la autoestima, su dinero y su tierra, las perspectivas de futuro, su dignidad e incluso la confianza de los suyos.Hoy en día, conseguir un visado para llegar a Europa si se procede del continente africano es casi imposible: el derecho a la libre circulación se restringe a la mitad de la población mundial, mientras la otra mitad esta literalmente en arresto domiciliario.En este contexto, donde la muerte física es preferible a la muerte social, la Unión Europea no sólo cierra las puertas de sus propias fronteras sino que además impide la reestructuración de aquellos que lo intentaron todo para alcanzar un sueño.

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